He tenido la oportunidad de bucear en algunas ocasiones con Tiburones. La última de ellas el pasado noviembre de 2018 en Quintana Roo, México.
La polémica desatada por la emisión de la resolución 350 de 2019 del Ministerio de Agricultura sobre cuotas de pesca, particularmente de tiburones y rayas entre otros y de la permisión del denominado "Aleteo" (practica que consiste en pescar a los tiburones, cortarles sus aletas y devolver a los animales vivos al mar a una muerte lenta y dolorosa), solo es una muestra del ecocidio al que los humanos sometemos a los animales y la naturaleza, en este caso del mundo marino.
El gobierno nacional de Iván Duque, supuestamente ambientalista y animalista como se ufana en el exterior, solo es el coordinador de turno en las políticas ambientales globales que suscribe Colombia. A inicios de año, protestábamos en la embajada de Japón, como si este país fuera el único problema, por salirse de la Comisión ballenera y comenzar a cazar cuantas ballenas desean. Pero es la Comisión ballenera la que emite las recomendaciones de las cuotas. Eso quiere decir que están permitidas legalmente para los países miembros, la caza y pesca y que solo ponen unos topes para no afectar la sustentabilidad de las especies involucradas. También a inicios del año protestábamos por el levantamiento de la veda de caza del caimán aguja y los argumentos eran similares: La población de caimanes ya no estaba en riesgo de extinción.
Las cuotas son permisibilidad para la esclavitud animal y la esclavitud no es justa, no importa la especie, o si reducimos el número de individuos involucrados, pues mientras exista un esclavo, no existe la libertad. En un mundo sin especismo, no habría caza ni pesca. No habría explotación animal.
Claro, podemos protestar contra el "aleteo" de tiburones, por cruel. Con toda seguridad esta medida será eliminada porque en Colombia es ilegal, y lastimosamente continuaremos con el terrible aleteo ilegal, mercado negro producto de su altísima demanda en países asiáticos y que en el país no goza de controles efectivos y que ocurre de manera impune en la reserva Sea Flower, en Gorgona o en Malpelo, por solo nombrar algunos lugares, tanto por flotas locales y pescadores artesanales, como por flotas extranjeras ilegales. Pero es igualmente cruel e injusto quitarle su vida, su integridad y su libertad a un ser vivo sintiente y eso son los tiburones, eso son las ballenas, los peces, los animales terrestres y aéreos.
En 2015, el documentalista Louie Psihoyos nos mostró su documental "Racing Extinction", donde mostraba la crudeza de la explotación de la vida marina. Pero también nos mostró cómo una humilde comunidad asiática, explotadora de animales marinos, comprendió que esto no era necesario, que era injusto, y que podían ser sustentables, económicamente hablando, cambiando la masacre de animales por una actividad económica respetuosa con la vida: El buceo. Con esta actividad sus ingresos mejoraron y dejaron de explotar los océanos y su vida marina.
Ojala el Gobierno Colombiano también comprenda qué es lo que realmente debe fomentar. Que comprenda que la única caza ética se da con una cámara fotográfica o de video, cazando imágenes, así sean tan de baja calidad como las mías.
#NoALaCaza
#NoALaPesca
#NoAlEspecismo
#SíALaVida
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