Luego de los sinsabores mas recientes
y difundidos de esta semana sobre casos de explotación animal: El de Cabrito
asesinado en el programa “Mundos Opuestos” de RCN y el video del caballito
blanco violentamente torturado por sus explotadores hoy ocurrió un hecho que
renueva mi fe en las personas (O por lo menos por algunas).
Luego de pasar el medio día y dispuesto a acudir a la concentración sobre el tema del Cabrito, me encontré un caballo inmovilizado en el CAI de la AV 10 con CL 17 en pleno centro de Bogotá, mientras un buen número de personas se congregaba en torno a él, decidí revisar que estaba pasando. Me encontré con un caballo con varias laceraciones hinchadas y sangrantes en la pata trasera izquierda, que le impedía asentarla. Pregunte a algunas personas lo ocurrido y me comentaron que el caballo se había caído mas o menos hacia las 11 AM en plena Av. 10 debido al sobrepeso de elementos metálicos (Los carretilleros afirmaban que se había tropezado). Los maderos le aprisionaron la pata y le oprimieron la zona de los testículos. Los carretilleros y los policías del CAI del turno de antes de la 1 PM trataron de levantarlo a golpes, según las referencias de las personas que presenciaron el hecho. El caballito empezó a orinar profusamente, presuntamente por la presión sin lograr pararse. Ante este hecho (Y contrario al caso del caballito blanco) muchos de aquellos que estaban mirando expresaron su rechazo, pero varios decidieron ir a la acción y dejando atónitos a carretilleros y policías comenzaron a romper los maderos y demás aperos de la carreta para liberar al caballo, que con gran dificultad pudo pararse. Gracias a esta acción, el caballo se salvó de recibir mayores maltratos.
La comunidad impidió que luego de esto los carretilleros se llevaran el caballo, exigiendo a la policía que lo retuviera en el CAI y que hiciera los trámites pertinentes para su decomiso por maltrato, a lo que los policías respondieron que si eso querían que hicieran los trámites los demandantes. Aparte de ello, la policía, negando las evidencias, repetía que todo era un simple accidente. Desde estas tempranas horas varias de las personas se pusieron a la tarea de llamar a la policía ecológica, pero sin una respuesta adecuada. También llamaron a la ADA y a algunos medios pero tampoco se lograron comunicar. Habiendo escuchado a los carretilleros hablar con la policía, sabían que si se retiraban del lugar, no habría inconvenientes en que la policía les devolviera el caballo, por lo que decidieron resistir, dejar sus tareas, compromisos y obligaciones y quedarse al lado del caballo. Cuando yo pasé, personas de todas las edades estaban firmes pero muy preocupadas ante la falta de una solución.
Mi tarea fue solamente servir de
enlace, llamando a varios compañeros de organizaciones animalistas
especialistas en el tema de caballos (ADA, Amigos del Planeta y Fedamco),
quienes nos asesoraron en los procedimientos, y particularmente con ADA que
gestionó el préstamo a la policía ecológica de su remolque para caballos (Inaudito
y absurdo que la Ecológica no tenga un remolque para caballos) y tuvo la
intensión de acoger al caballo. Mientras esperábamos, inclusive con llovizna,
pude conocer a personas del común, nada que ver con activistas. Solo personas
de buen corazón que decidieron dejar de lado la indiferencia y practicar la
solidaridad con el otro como debe ser entendido: Cualquier sintiente, más allá
del antropocentrismo. Sin almorzar y ya pasada la media tarde, estas personas seguían
firmes y empecinadas en que no iban a dejar que los carretilleros se llevaran
nuevamente el caballo, al que vecinos del lugar le comenzaron a traer
zanahorias y agua, que devoró con gran apetito (Parece que estaba bastante
hambriento dado su comportamiento al respecto). También se necesitaba que estas
buenas personas comieran, así que la mayor parte de los embutidos y galletas veganos
que había comprado para el fin de semana fueron repartidos con gusto, hablando
de la necesidad de consideración a todos los animales, más allá del caso
puntual del caballito y ejerciendo la protección y el respeto por todos los
animales en nuestra vida cotidiana. Hablamos de la situación de las entidades
defensoras de animales, que hacen la labor que debería cumplir el estado y ante
la pregunta de donde estaban estas entidades, no se me ocurrió mejor respuesta
que decirles que por fortuna en este caso no se necesitaban porque ellos,
personas del común estaban ahí y ahí es que tenemos que llegar, que todos
seamos los animalistas y no un sector.
No fui a la manifestación, pero
sabiendo que había compañeros allí, que bien no fui, porque tanto en el caso
del Cabrito, como el del Caballo, nos encontramos ante reprochables casos de
especismo, pero que no son mas reprochables por ser conocidos, que todos
aquellos casos de los miles de millones de animales “desconocidos” que todos
los días y cada segundo son víctimas del sistema de explotación especista y eso
fue lo que pude difundir ante estas valientes personas que conocí el día de hoy
(Así como lo dije en el programa del defensor del televidente de RCN de hoy 10/11/2012, pero cuyos
apartes lastimosamente no pasaron, porque prefieren ver el caso puntual y
descontextualizado, que igual minimizan y justifican como lo hicieron). Queda
patente, nuevamente, que la abolición de la esclavitud animal es la vía, y para
los caballos esclavos en las carretillas les espera la libertad luego de la sustitución
que debe materializarse ya mismo, no solo como dice la ley colombiana, sino
como dicta la evolución moral. También queda patente que las personas pueden hacer mucho, sobre todo si se unen. Ni siquiera necesitan conocerse.
Todo el aplauso y mi respeto para
estas personas solidarias de hoy y espero de corazón que luego de las
enseñanzas de este día, comiencen a direccionar su vida en el camino de la
responsabilidad frente a todos los sintientes y al respeto y consideración que
les debemos, rechazando el especismo. Y ojala “Diamante” el caballo (así como ningún animal), no tenga
que volver a las calles ni a ningún sitio donde sea considerado el esclavo
propiedad de alguien.
Carlos Crespo
Fundación Resistencia Natural (REN)
Por una cultura de liberación animal
P.D. fotos cortesía de mi amigo también presente este
día, Henry Sánchez y de Natalia Molina.
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