sábado, mayo 12, 2012

A las madres de todas las especies


Aunque el siguiente poema se lo he escrito a mi madre, quiero compartirlo con todas las mamás, para el caso las humanas, recordando la constancia del agradecimiento y no la puntualidad de la vacía fecha comercial y como importantísimo, recordando y clamando por la liberación de todas las madres del resto de especies (y de sus hijos), aquellas que por el abuso y la arbitrariedad humana han sido sometidas como esclavas. Liberación animal=liberación humana.


A MI MADRE
He visto sus músculos crisparse en reacción a mi dolor.
He visto sus desvelos maquinando solución a mis problemas.
He visto el abandono de su vida por la mía.
He visto anteponer mis intereses por los suyos.
He visto su apoyo en la construcción de mis castillos de sueños.
Y claro, he visto cantaletas, sentido palmadas lacerantes…
…frustraciones por incompatibilidades y pensares en contravía.
Luego veo resignación después de hondos respiros:
Aceptación del rol de suprema consejera.
De la imposición o del regaño queda solo el recuerdo del abrazo y la caricia;
Del castigo con o sin razón queda solo la irrestricta entrega.
Porque he visto, veo y siento que en el todo siempre esta:
El cumplimiento de ese tan clave instinto natural.
Cliché de Madre más maravillosa, aquel que todos refieren:
Incluso en la paradoja de aquellas desviadas en la negligencia o la violencia.
Quedando a pesar de todo el significado y el halo mágico del rol mentado.
Cada quien tendrá sus razones, y en mi subjetividad digo que innato o no
me ha hecho, sigue haciendo y sé que hará que sea lo mejor que sea…
…y por eso y más merece de su cachorro toda gratitud, amor puro y total.


P.D.
Sabe siempre que al final solo reniego y renegaré
De su testarudez a considerar a otras madres (Y a sus hijos);
Esas de escamas, plumas o  más de un par de tetas.
Si lo hiciera, para mí sería la perfección.
(Carlos Crespo, 2012)



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